"Pensamientos todo a cien" es un tributo al postmodernismo. Un espacio virtual en el que todo cobra la valía que cada cual le quiera otorgar. Si quieres gritar aquí puedes hacerlo pero, no lo olvides, es virtual...UTILIZA LAS MAYÚSCULAS.

19 noviembre 2008

Exageraciones mañaneras

El arte de la exageración me llevó el otro día a contar a un amigo que me había cortado el pelo con el único fin de llegar puntual a mi trabajo. De esta manera no tendría que peinar mi abundante cabellera y dispondría de más tiempo para introducirme en atascos interminables e imbuirme de imágenes de ciudadanos recién levantados buscando tesoros en sus baúles nasales. La exageración puede llegar a ser un arte si se utiliza con argucia y alegría. Quizá sea sumamente exagerado, pero en las primeras horas de la mañana los seres humanos parecemos animales hasta que despertamos y descubrimos la desagradable sociedad que nos marca lo correcto (¿?). Es fácil encontrar en las cabezas de los humanos seres enrabietados llamados pelos que mantienen una dura lucha entre ellos, trozos de ese yeso con flúor que se convierten en estalactitas de los bigotes o etiquetas de camisetas que pelean por liberarse del tejido y cuelgan en los lugares más insospechados. Los animales mañaneros tienen en sus ojos grandes rocas amarillentas que les impiden la visión y unas grandes balsas de agua de petróleo que cuelgan de sus pestañas inferiores. La vida por la mañana es enrabietadamente caprichosa. Hay quien siendo un galgo se convierte, bajo el efecto del sueño, en un aletargado osezno y hay quien, pareciendo habitualmente una tortuga, se convierte en un veloz equino. ¡Qué exagerada es la mañana! ¡Cómo hace y deshace a su antojo¡