"Pensamientos todo a cien" es un tributo al postmodernismo. Un espacio virtual en el que todo cobra la valía que cada cual le quiera otorgar. Si quieres gritar aquí puedes hacerlo pero, no lo olvides, es virtual...UTILIZA LAS MAYÚSCULAS.

03 diciembre 2008

Dobles sentidos

Las clases de tenis pueden ser un foro de lo más apropiado para mantener conversaciones de lo más insospechadas. También para realizar similitudes entre las herramientas con la que se juega y la propia vida. Mi profesora tiene una chispita especial quizá debida a la embriaguez de frío que la acongoja cuando el último grupo llegamos a “dar unas bolas”. El otro día decidió bajarse del trono y jugar “a puntos” con nosotros. Yo, que provengo de una profesión bipolar en la que el lenguaje puede variar entre lo más exquisito y lo más chabacano, leo entre líneas cada letra y de ella extraigo un contenido para entretener a mis perversión. No pude jugar. Los ataques de risa se apoderaron de mi cuando abandoné mi profesionalidad deportiva y decidí centrarme, tan solo, en mi imbecilidad dialéctica. De esta manera, cuando ella decía “¡¡súbeme esa bola¡¡” a mi mente venía una enorme teta,- teta con mayúsculas- que me ahogaba. Mi juego literario no acabó ahí y lo intercalaba con el deportivo para hacer más amena la velada. ¡¡Tírame de las bolas y no hagas el globo¡¡¡- decía Silvia- y yo, cada vez más ruborizada por la absurda situación que me ofrecía mi imaginación, lloraba de risa al imaginarme la cara de cualquier varón en la fina línea que separa el dolor de la vergüenza. Mi imaginación era cada vez más calenturienta. Una de las ocasiones en la que hube de quedarme parada por no tocarme turno, tuve una ensoñación en la que Silvia portaba en lugar de una raqueta, un látigo, y en lugar de un chándal negro, un aparatoso traje de cuero que separaba su piel del frío. Al marchar a casa me pregunté si yo era tan imaginativa como pensaba o si es que el ser humano es tan enrevesado como para tener que llamar “bola” a lo que siempre se ha llamado “pelota” o para tener que llamar “globo” a lo que siempre se ha llamado “lanzar la pelota a ninguna parte”. ¿O era condón?.